El Bebop

El próximo 12 de marzo se cumplen cincuenta y cinco años de la muerte de Charlie Parker, considerado como el mejor saxofonista alto de la historia del jazz y una figura clave en su evolución. Su estilo rompe con el del swing y se basa en la improvisación sobre una melodía modificando los acordes, creando así nuevas melodías sobre la estructura de los temas.

A mediados de los años 40, muchos músicos estaban frustrados por las limitaciones que suponía tocar en grandes bandas, el jazz se encontraba musicalmente en un callejón sin salida. La generación más joven, sobre todo Parker y Dizzy Gillespie, optaron por reírse abiertamente de las normas: Al aburrimiento de la rutina del swing, la respuesta de Gillespie fue tocar a un ritmo furioso, llenando el breve solo que se le concedía en la orquesta con tantas ideas armónicas y melódicas como pudiera.

Curiosamente, el relato “El Perseguidor” de Julio Cortázar espesa las figuras del Creador y del Crítico a partir de aquel saxofonista legendario que diera vida al Bebop.