Selva Almada responde

1. ¿Qué ser del reino animal sos o serías? ¿Por qué?
Creo que me gustaría ser un gato montés. Me gustan mucho los gatos domésticos, pero me da pena la vida sedentaria a la que los obligamos sus dueños, sobre todo en una ciudad como esta. En cambio, el gato montés tiene la belleza, el magnetismo, pero en un cuerpo más grande y todo el monte para vagar, trepar árboles, cazar… sobre todo comer carne cruda y reproducirse, sin alimento balanceado, sin castración.

2. ¿Qué opinión te merecen los sapos?
Me gustan porque se comen a los mosquitos. Además mi madre tiene un sapo cururú en el jardín… dicen que trae buena suerte.

3. ¿Qué es lo primero que hacés al levantarte?
Prendo la televisión en un canal de noticias.

4. Describe tu dieta alimentaria.
No desayuno: tomo mate. Soy carnívora. Tomo alcohol. Como poca fruta. No es una dieta que aprobaría un nutricionista, seguro.

5. ¿Los lectores te buscan o vos buscás a los lectores?
Yo escribo para que me lean… así que siempre estoy buscando lectores.

6. Tres razones por las que habría que leerte.
Porque lo recomiendan los suplementos (para mí que soy lectora de suplementos sería una buena razón, por lo menos). Porque escribí durante diez años hasta publicar mis primeros relatos y diez años más hasta escribir y publicar mi primera novela (a mí, en estos tiempos donde todo pasa tan rápido y la gente es tan joven, me llamaría la atención por lo menos). Porque la editorial Mardulce tiene un catálogo prestigioso, con autores extranjeros y argentinos con mucha trayectoria y me daría curiosidad por qué publicaron a una “ilustre desconocida”.

7. Tres razones por las que no habría que leerte.
Casi por las mismas razones: si la recomiendan los suplementos es porque está “inflada”; si tardó tanto en publicar, “por algo será”; porque no escribe de zombies.

8. ¿Qué libro (o autor) hubieras preferido no leer?
Ninguno. Todos los libros, todos los autores que he leído, significaron algo, por buenos o por malos.

9. ¿Con qué escritores te sentarías a la mesa?
Entiendo “sentarse a la mesa” como algo agradable, deseable. Y entonces me gustaría compartirla con escritores a los que quiero mucho: Truman Capote, Haroldo Conti, Flannery O’Connor, John McGahern…

10. ¿De qué hablarían? Expídete.
Con Capote le sacaríamos el cuero a todo el mundo durante el cocktail, tomando unos martinis. A Conti, durante la comida, le pediría que me hable de las islas, del hombre en el paisaje. Con McGahern, después de comer, nos sentaríamos en el porche a tomar una cerveza, hablaríamos de la vida en el campo y yo no podría disimular la admiración que siento por él. Después lo relevaría en el porche la señorita Flannery, me ofrecería una taza de té, no hablaríamos de nada, miraríamos la calle, solitaria ya a esas horas, seríamos amigas en tanto silencio.


  Selva Almada es autora de la novela El viento que arrasa (Mar dulce editora, 2012).

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