Andrés Neuman responde
1. ¿Qué ser del reino animal sos o serías? ¿Por qué?
Me gustaría mucho llegar a ser un ser humano. Porque son los más bestias.
2. ¿Qué opinión te merecen los sapos?
Oh, la más prestigiosa. Eso de opinar y saltar. Es tan periodístico. Además los anfibios siempre me han parecido bichos muy familiares. Como si ellos tampoco, igual que los emigrados, pudieran vivir en un solo reino.
3. ¿Qué es lo primero que hacés al levantarte?
Poner el despertador quince minutos más tarde. Varias veces. Después corro.
4. Describe tu dieta alimentaria.
Verdura, por tendencia. Carne, por argentinidad. Pasta, por deseo. Pescado, por arrepentimiento.
5. ¿Los lectores te buscan o vos buscás a los lectores?
Es imposible buscar a un lector. Si es inteligente, siempre se escapa. Me parece preferible tropezarse con ese lector. Escribir radicalmente a solas, y de pronto descubrir la compañía. Eso emociona.
6. Tres razones por las que habría que leerte.
¿No son como demasiadas?
7. Tres razones por las que no habría que leerte.
Porque hay muchos libros, muchos autores y muy poco tiempo. Esa es sólo una razón. Otras dos: porque el chabón vive en España y porque es gilipollas. Se me ocurren más.
8. ¿Qué libro (o autor) hubieras preferido no leer?
Con sinceridad, ninguno. Cuando un libro no me gusta, lo abandono infantilmente por la mitad. Recomiendo hacer lo mismo con los míos.
9. ¿Con qué escritores te sentarías a la mesa?
Ay, me encantaría tanto tomar el té con Rimbaud, en sus tiempos de Abisinia. Y pasear con Walser. Y abrazarla mucho a Flannery O’Connor.
10. ¿De qué hablarían? Expídete.
A Rimbaud me gustaría suplicarle de rodillas que volviera a escribir poemas. Pero no como los de antes, los que escribía para fascinar a Verlaine, sino otros africanos, raros, de soledad desértica. A Walser me gustaría preguntarle por qué confundía el arte con la castidad. Con Flannery O’Connor chusmearíamos sobre mi amada Carson McCullers, a la que ella odiaba por motivos de excesivo parecido, que son los peores. De los escritores vivos, una vez me senté con uno de los que más admiro, Coetzee. Cuando por fin me atreví a preguntarle algo sobre una de sus novelas, él me contestó: “It’s an interesting question”. Y no dijo nada más.
Andrés Neuman es autor de la novela Hablar solos (Alfaguara, 2012).
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