LA CABEZA DEL MUERTO
copyright: Jimena Néspolo-Marta Vicente |
XI
La niña es hermosa cuando enarbola
un reino blanco donde el dolor
no es más que una escarapela en flor
y el terror, una novela española.
Pero toda rima entre nieblas
oníricas es negra, falsa, ajena.
Tiemblas sin sospechar tu condena,
triste muñeca de estrategia en tablas…
¡Morena, niña, despierta! –digo.
Cual demiurgo misterioso anunciarte
debo que tu amado es un dulce higo.
Es parte de la tierra… Árbol. Ya espino.
La farola de un cuento de hadas.
Un relincho de la luz. Un camino.
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