"Hay como un encariñamiento con alguien que está del otro lado de los poderosos..."

Hamartia entrevista al periodista Raúl Kollman, a propósito del éxito de la serie colombiana "Escobar: el patrón del mal"

¿Por qué te interesaste por la figura de Pablo Escobar?
El personaje me interesó porque viví cuatro años en Colombia entre 1976 y 1980, durante la última dictadura militar. Todo lo colombiano siempre me fue querido porque allá nos trataron muy bien. Muy diferente de lo que fue en España, donde casi era imposible trabajar porque no nos daban documentos ni residencia. En Colombia había una actitud muy cálida y tengo un gran afecto por ese país. Además, cuando la esposa de Pablo Escobar y sus hijos vinieron a la Argentina yo los conocí. Fueron extorsionados por gente totalmente inescrupulosa. Estuvieron presos en nuestro país por lavado de dinero cuando el gobierno colombiano había avalado que estuvieran en la Argentina y había asegurado que ese dinero no estaba relacionado con el narcotráfico.


¿Por qué pensás que el programa “Escobar: el patrón del mal” tuvo tanto éxito? ¿Por qué las personas se encariñaron con un villano?
Creo que tuvo éxito porque es una historia verdadera. Eso hace que la gente se sorprenda con la vida de una persona que acumuló un gran contrapoder y que se enfrentó al Estado. Hay como un encariñamiento con alguien que está del otro lado de los poderosos, por decirlo de alguna manera. Además de ese encariñamiento, está el tema de que él se fue transmutando y eso en la serie se ve. La tira es muy seria. Fue escrita por Alonso Salazar, que es un periodista muy profesional que además llegó a ser intendente de Medellín hasta 2011. Es una personalidad muy seria que hizo una investigación de cinco años. La serie refleja ese cambio de Escobar hacia un tipo tremendamente sanguinario que se fue enloqueciendo. Entonces uno se encariña sobre todo con la primera parte como contra poder y todo eso. Además fueron los años en los que él hizo cosas más populares.
Pablo Escobar reivindicaba banderas de izquierda. ¿Cómo ves la compatibilidad entre esas ideas y su rol de narcotraficante? 
Chapo Guzmán, o más en general los narcos mexicanos, son personas muy iletradas. Pablo Escobar era un tipo con cierto nivel, que llegó a ser diputado, y en ese terreno era un tipo pensante. De todas maneras, lo objetivo es que él llegó a jugar para la contra nicaragüense. Es decir, parte de su poderío provino de la DEA (Administración de Control Antidrogas Norteamericana) que permitió que crecieran los narcos en Colombia.

Luego de la muerte de Escobar, ¿cómo ves que cambió la situación del narcotráfico en América Latina?

Cambió completamente ya que, básicamente, el dominio del narcotráfico ya no está en Colombia sino en México. Después de la muerte de Pablo Escobar, Amado Carrillo Fuentes, el hombre que ahora continúa la serie con “El señor de los cielos”, se hizo dueño del negocio. Carrillo Fuentes era el que movía los aviones buscando cocaína desde Sudamérica. Lo que lo destacó fue que él tenía la manija porque tenía la entrada a Estados Unidos, tres mil kilómetros de frontera muy difíciles de controlar. Hay que agregar que la escena política había cambiado y ya no estaba el interés norteamericano de alimentar a la contra nicaragüense.
Continúa acá (Revista Hamartia, Buenos Aires, 13 de mayo 2014).

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