Entrevista a Leonardo Solaas

Tenemos curiosidad por saber: ¿quién es, dónde vive y qué hace Leonardo Solaas?

Leo: Mi nombre es Leonardo Solaas, soy artista, escritor, docente y desarrollador de software de Buenos Aires. Estudié Filosofía en la Universidad de Buenos Aires, pero soy autodidacta en todo lo relacionado con el arte y la tecnología. Empecé a jugar con el código a principios de la década de 2000 y rápidamente me enganché con sus posibilidades como medio artístico. Por el momento había trabajos y experimentos muy interesantes en la web realizados con Flash/ActionScript, de pioneros como Jared Tarbell, Eric Natzke, Joshua Davis y otros. Así que ahí es donde empecé. Poco después agregué Processing a mi conjunto de herramientas. Eventualmente, me convertí en un desarrollador web trabajando con la pila típica de tecnologías de front-end y back-end. En estos días, hago la mayor parte de mi trabajo creativo en JavaScript y varios marcos y bibliotecas dentro de su ecosistema.

" Trabajar con sistemas generativos es como crear juegos para que los juegue la computadora. Por lo general, no puedes predecir cómo se desarrollará y, a veces, te sorprendes completamente " .

Aparte de mi actividad como artista, también estoy dedicando cada vez más tiempo a mi viejo amor, la filosofía y pensar, escribir y enseñar sobre lo que significa ser humano (y hacer arte) en la era de las máquinas.

¿Cuál es la filosofía subyacente detrás de su trabajo?

Leo: Desde que tengo uso de razón, me han fascinado los juegos: pequeños mundos que emergen mágicamente de un conjunto de reglas. Trabajar con sistemas generativos es como crear juegos para que juegue la computadora. Por lo general, no puedes predecir cómo se desarrollará y, a veces, te sorprendes completamente. En cualquier caso, normalmente vuelves al conjunto de reglas, también conocido como "algoritmo", y lo modificas un poco, siempre en la búsqueda de los resultados más "interesantes" (lo que sea que eso signifique). Es un proceso de ida y vuelta que se siente como una especie de diálogo entre dos entidades muy diferentes: una persona (yo) y una computadora. Pero no diría que la computadora es solo una herramienta para ejecutar algunas ideas que ya estaban en mi cabeza. Lejos de eso: empiezo a moverme en cierta dirección, pero nunca sé dónde voy a terminar. Hay un impredecible, proceso iterativo de exploración y experimentación, y ambos contribuimos a él por partes iguales. Me gusta pensar en ello como una colaboración creativa entre un agente humano y no humano.

A esto lo llamamos “arte”, pero ciertamente es muy diferente a la idea tradicional del arte (que sigue vigente para muchas personas) como expresión de algún estado interior del artista: inspiración o sentimiento o concepto. Hay una distancia que se abre entre la obra y yo. Yo no hago arte, hago autómatas .que hacen arte. Además, las obras no son algo especial y valioso en el mundo que combina talento e inspiración de una manera única, sino algo que generalmente se puede producir rápidamente y en grandes cantidades. Las obras generativas no son importantes en sí mismas. Sólo cobran sentido como testimonio o evidencia perceptible del sistema abstracto del que proceden. Por eso suelo trabajar en serie: se trata de hacer visible el espacio de posibilidades que habilita el juego desde muchas perspectivas diferentes.

Hay un pequeño artículo que escribí sobre este extraño tipo de lenguaje que es la programación, como una forma de comunicación entre dos entidades que pertenecen a mundos casi completamente separados, y la curiosa relación afectiva que crea entre ellos.

¿Podés elegir una obra de arte, diseccionarla para nosotros y describir tu flujo de trabajo?

León: ¡Claro! Elegiré una de “La voz de la máquina” , una muestra individual en la Galería Espacio Pla de Buenos Aires, que se realizó en 2018. Esa muestra constó de tres obras unificadas por el tema común de la mano. materialización realizada de diseños generativos digitales. Estaba jugando con una especie de inversión de ideas comunes sobre la relación entre humanos y computadoras (donde el humano supuestamente "decide" y la computadora es una herramienta pasiva). En cambio, me estaba poniendo en la situación de un dispositivo de salida, siguiendo lo mejor que podía las instrucciones proporcionadas por la computadora.

Entonces, una de esas obras es “Articulaciones”, una serie de seis objetos tridimensionales blancos y geométricos. Cada uno de ellos está construido a partir de 252 piezas idénticas de tablero de espuma (excepto algunas formas especiales donde las piezas de la misma capa se superponen). Se colocan en su lugar y se pegan a mano, uno por uno.

El diseño fue elegido previamente a partir de la salida de un sistema generativo desarrollado en Processing. El software pone en movimiento una especie de criatura abstracta hecha de muchos brazos articulados que se mueven constantemente al azar, manteniendo algunas correlaciones entre los brazos que están muy juntos. Entonces, la primera parte del proceso fue dejar que el sistema se ejecutara y congelarlo cuando surgieran configuraciones "interesantes". En ese momento, capturé la información necesaria para reproducir ese diseño en particular.

En una segunda etapa, elegí seis de los muchos diseños que tenía guardados como planos para el proceso de construcción. Los construí usando un mapa impreso 1:1 y otra herramienta de procesamiento que hizo posible dividir el diseño para mostrar las capas una por una. Por lo tanto, pude configurar cada pieza con una precisión bastante buena mirando la impresión debajo del objeto y los detalles de la posición de la pieza en relación con otras en la pantalla. El resultado no fue tan perfecto como una impresora 3D u otros sistemas automatizados, por supuesto, pero ese era el punto. Todo el espectáculo trataba de reintroducir la materialidad de lo hecho a mano y la imperfección de la acción humana que generalmente está ausente en el llamado "arte de la computadora".

Cada uno de los objetos mide unos 40-50 cm. de altura, y su construcción tomó entre 6 y 8 horas.

¿Qué te ha estado inspirando últimamente? Sentite libre de hacer referencia a cualquier artista que te inspire, cualquier cuenta que sigas...

¡“Inspiración” es un término muy amplio! Los ingredientes para la sopa que siempre burbujea en mi cabeza incluyen lecturas de ciencia y filosofía, conversaciones con amigos y colegas, las complejidades de los algoritmos y la codificación, diferentes tipos de arte y una fascinación por las formas inteligentes que tiene la naturaleza para crear orden.Hay mucho arte que encuentro muy inspirador que no está hecho por computadoras, como las obras de telaraña de Tomás Saraceno , las maravillosas agregaciones de elementos cotidianos de Tara Donovan , los muchos experimentos con la idea de "pintar" de Tauba Auerbach , y muchos más.

En el lado digital, hay demasiados para mencionarlos, así que me limitaré a las mentes creativas de mi propio país, Argentina (descargo de responsabilidad: ¡muchos de ellos son amigos!). Estas son algunas cuentas de Instagram que vale la pena seguir: @gcrll , @patriciogonzalezvivo , @soficrespo91 , @manoloide , @gabrud , @ vsynth74 , @loloarmdz , @sol_del_rio , @untigrehervido , @monstruomidi , @juanpabloferlat , @mariano_ramis , @lucasdm_arg , @andrusenn , @_estebandiacono(sin ningún orden en particular...)

Contanos sobre dónde trabajás, ¿qué herramientas usas?

Leo: La mayor parte de mi trabajo es puramente digital/virtual/basado en la web, por lo que, en general, somos solo yo y mi computadora portátil juntos en mi pequeña oficina en casa, con vista a nuestro pequeño jardín.

De vez en cuando rompo esta rutina con algunos proyectos locos, como el que expliqué anteriormente, que requieren mucha experimentación y configuraciones técnicas complejas. En esos momentos invado el resto de la casa con todo tipo de cosas, poniendo a prueba el amor y la tolerancia de Gaby, mi esposa. Por suerte para mí, ella es muy encantadora y tolerante.

A veces el lío sucede en otro lugar. Un par de casos recientes fueron residencias de artistas en CasaPlan en Valparaíso, Chile (donde trabajé con técnicas tradicionales de grabado ) y Medialab Prado en Madrid, España (donde desarrollé una instalación site-specific para su fachada digital).

– Leonardo Soláas, Buenos Aires, Argentina

@leonardo_solaas
Entrevista realizada por el sitio Generative Hut